Puedes sentir cuando te pienso…

He llegado a pensar que puedes sentir cuando te pienso, es tan intensa la sensación de tenerte cerca que aún en la distancia tu mirada me acaricia y tus manos recorren mi piel, piel que te atrae por razones que solo tu conoces, como me atrae la belleza tu pensamiento por un motivo inexplicable…

Inexplicable es la lejanía que has causado con tu incomprensible proceder, como si le tuvieras miedo a la felicidad, como si luego de encontrar la bendición de un equilibrio entre tus inseguridades y la dicha de saborear un amor incondicional te hicieras cobarde ante la clara posibilidad de disfrutar una plenitud inédita que en tus años no has conocido.

Aun con la dura torpeza de tu decisión de alejarte, aun con los evidentes muros que has puesto entre tu y yo, igual te pienso… Te pienso y puedes sentir cuando te pienso, se que sientes cuando te recuerdo cerquita de mí, cuando tu rostro y el mío no conocían la distancia, cuando te bailaban los ojos al ver algún cambio en mi cabello o en el ajuste de algún pantalón, ni hablar de lo hermoso que se veían tus labios al morderlos al ver los míos mientras te decía cualquier palabra de esas que te subían el ánimo.

Te pienso y me piensas porque de eso no hay dudas, tu destino y el mío tienen un vínculo común, hay una telepatía que no conoce límites, porque el pasado, el presente y el futuro de nuestro amor derriba las teorías de la física que enseñan en las aulas y se desplaza libremente por el multiverso en todas sus dimensiones…

En el calor del día y el frío de la noche mi pensamiento te prefiere, te siento en el ruido y en el silencio, tu tendencia a la soledad se contradice cuando deseas mi compañía, tus emociones cambiantes en el fondo anhelan la seguridad que te ofrecían mis brazos, y yo sin condiciones te abrazo, porque desde mi habitación te abrazo, emulando la correspondencia de aquella reacción espontánea ante el abrazo que en tu habitación me regalaste alguna vez, tan sincero, tan lleno de amor, tan lleno de ti.

Se que le temes a la felicidad porque tus viejas decepciones te dominan, le prestas mucha atención al paisaje gris de tus ayeres sin darte la oportunidad de disfrutar los colores del presente, conmigo aprendiste a jugar con los tonos cálidos de los atardeceres y aún en tus noches los hacías brillar, hoy sabes que para colorear cualquier momento solo debes invocar la energía que nos une y el amor que ni tu ni yo podemos negar.

Siento tus pensamientos como tu sientes los míos, como un preludio de lo que desde el corazón tanto deseamos que suceda. Quiero besarte con arte, créeme que a ti te besaría de una forma distinta a los besos que he regalado a otras bocas, porque me enamoré de ti con la mente, con el cuerpo y con alma, es un amor completo que se piensa con pasión, se siente con el solo hecho de pensar y se vive con todos los sentidos…

Deja un comentario